Puede considerarse también como ligeramente sudorífica. Por la gran cantidad de mucilago que contiene, puede prescribirse con éxito en los estados inflamatorios del tubo digestivo, tales como gastroenteritis, enterocolitis, disenterías y en numerosas enfermedades hepáticas tales como congestiones, cólicos hepáticos, obrando en estos últimos como antiespasmódicos por la acción de su aceite esencial.
En las congestiones dolorosas hemorroidales, calma el espasmo, el mismo efecto se obtiene en los cólicos menstruales, y aun en los nefríticos “muchas personas con cálculos renales sufren de cólicos sumamente dolorosos llamados cólicos nefríticos”, sobre todo si se emplea un té compuesto de tila, borraja, pingüica y maíz que además de su acción antiespasmódica, es un excelente diurético. Para aumentar esta acción, conviene emplear cocimientos compuestos de varias plantas que poseen acción semejante; es común emplear la tila con las hojas de flor de naranjo, para obtener una sedación nerviosa, con la borraja o el eucalipto en casos de bronquitis, con la crameria, en casos de cólicos, diarrea y pujos; como la disentería. Es conveniente usar planta fresca de tila ya que sus compuestos son más activos en esta forma.