El uso del favorece a la expulsión de las lombrices intestinales, tomándolo en ayunas durante varios días. También impide la reproducción de los gérmenes, por lo que su uso es recomendado para la fiebre tifoidea en las paratifoideas, enterocolitis originadas por el colibacilo y en las intoxicaciones causadas por los bacilos de la putrefacción.
En aplicaciones locales, es recomendable el uso del jugo en las anginas, cuando ya hay secreción purulenta, ya que posee una acción antiséptica y así impide el desarrollo microbiano, esta misma acción antiséptica se obtiene en las heridas infecciosas.
El jugo se obtiene machacando de 10 a 12 gramos de hojas y tallos en un mortero o en un recipiente semejante, exprimiendo enseguida, a través de un lienzo delgado. Así puede emplearse para toques a la garganta para heridas; en el caso que tenga que ser ingerido, agregar una cantidad de agua igual, para ser tomada de tres a cuatro cucharadas al día, de preferencia después de los alimentos, y en ayunas cuando se trate de expulsar las lombrices.