Especialmente puede emplearse en los estados dispépticos que provienen de anemia o tuberculosis, pues estimula el apetito y favorece a la digestión, y por ello estimula el metabolismo, es decir, que hace que la actividad vital sea más intensa. El uso de este té también se justifica porque los antiguos mexicanos lo usaban para combatir los estados de depresión en la neurastenia sexual, y en los estados de impotencia que son a causa de la depresión, pero no ayuda en los casos en los que hay trastornos o lesiones medulares o que dependen estados patológicos en los testículos, pues en estos casos, no se mejora la anormalidad funcional.
La jaqueca, que sobreviene después de tomar exageradamente bebidas alcohólicas, también desaparece con tomar el té de la planta damiana, este efecto se debe a la acción estimulante que se ejerce sobre la circulación cerebral. La mejor forma de emplear la planta es en té utilizando 4 gramos de la planta fresca en 120 mililitros de agua, para después tomarlo como té, después de los alimentos.