La planta de linaza es cultivada para fines industriales, en las regiones semitropicales de la Republica Mexicana, utilizándose los haces fibrovasculares de su liber (Parte del cilindro central de las plantas angiospermas dicotiledóneas, que está formada principalmente por hacecillos o paquetes de vasos cribosos que transportan la savia descendente), esta se usa para la fabricación de tejidos y las semillas para obtener aceite, el cual contiene en gran cantidad; también contiene, substancias albuminoides, mucílago, goma, almidón, un azúcar especial y sales minerales, especialmente oxalato y fosfato. El aceite de primera es obtenido en frio, es de color amarillo, es un glicérido de ácido linoleico.
El cocimiento de las semillas permite obtener un líquido mucilaginoso, el cual se emplea con éxito en la industria de la mucosa en general, asiendo desaparecer el estado congestivo y el dolor, formando una especie de barniz protector por sus componentes. Se puede emplear con éxito en las estomatitis, gastroenteritis, rectitis, en las hemorroides inflamadas, para este último se debe de emplear en lavativas.
Puede emplearse especialmente en las enfermedades gastrointestinales infantiles, diarrea verde, enteritis, por no ser toxica en ninguna proporción. En las enfermedades del la piel, con inflamación, ardor, comezón, etc., bañarse con la preparación del cocimiento de las semillas de linaza dan un resultado favorable calmando estos síntomas.
En las quemaduras por acción del fuego, el aceite, mezclado con una pequeña cantidad de agua de cal, calma la irritación y favorece la cicatrización; en quemaduras producidas por sustancias químicas, especialmente por ácidos minerales, nítricos, sulfúrico, clorhídrico, u orgánicos, puede emplearse en la misma forma.
El cocimiento de la linaza para ser tomada puede emplearse, con una porción de 2 ó 3 gramos de semilla en 100 mililitros de agua y tomarla varias veces al día. Para usarse como lavativa o baños debe duplicarse la dosis y en proporción a la cantidad de agua que se emplee. La harina de linaza se emplea con éxito en cataplasmas, en los lugares en que hay inflamación.
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