Para hacer el té basta con mezclar una proporción de 3 a 4 gramos de hojas y raíces en 100 mililitros de agua, luego ingerirlo 3 veces al día, es muy útil en los casos de bronquitis y traqueo bronquitis; hacen desaparecer la inflamación de la mucosa, calma la tos y favorece a la expectoración. Hacer gárgaras con el té disminuye la congestión y el dolor en la inflamación de las anguinas o amigdalitis.
El té de malva también es empleado en el tratamiento de la gastroenteritis, este calma la irritación del tubo digestivo, pues el mucilago forma una capa protectora sobre la mucosa; el mimo efecto se obtiene empleándolo en lavativas; en los casos de enterocolitis, rectitis y en las hemorroides inflamadas. En la disentería calma los pujos y disminuye las hemorragias intestinales.
Como la planta no contiene substancias toxicas puede emplearse sin temor hasta en los niños pequeños, tanto ingiriéndolo cono en fomentos o baños en los casos de enfermedades cutáneas, pues calma la irritación de la piel, la comezón, y favorece el tratamiento de tales afecciones. El cocimiento de la malva mezclado con harina de linaza, empleado como cataplasma, calma el dolor en los lugares inflamados, ya sea por golpes, reumatismo, neuralgias, o donde va a formarse un absceso.