La composición del limón destaca por el contenido en vitamina C, en cantidades comparables a la de la fruta de la naranja o ligeramente inferior a la de la naranja. Prácticamente no contiene proteínas y grasas, y el porcentaje de hidratos de carbono es de 8.20%. Desde el punto de vista dieto-terapéutico los componentes que destacan son los no nutritivos, esto es, los elementos fotoquímicos. Se trata de sustancias carentes de calorías, las cuales, no son vitaminas ni sales minerales, por lo que no se pueden clasificar como nutritivas. El consumo del limón se recomienda en los casos de anemia, afecciones circulatorias, arteriosclerosis, retención de líquidos en los tejidos, cálculos renales e infecciones.
Ingredientes:
- El jugo de la ½ de un limón.
- 1 vaso con agua.
Procedimiento:
El primer paso es lavar muy bien el limón, colocar el agua del vaso en un recipiente para ponerlo a calentar. Esperar a que el agua este caliente (comience a hervir), luego con la ayuda de un tenedor, cuchara o simplemente con las manos exprimir el jugo de la mitad del limón (o el jugo de limón completo) directamente en el agua caliente. Menear un poco para incorporar el limón al agua y tomarlo cuando aún no este frio (tomarlo o más caliente posible o tibio). Esta bebida es solamente un complemento, recuerda que debes de llevar una dieta, hacer ejercicio y lo mejor es que consultes a tu medio especialista (nutriólogo).