Las raíces, tallos y hojas de diente de león, contienen los siguientes principios, clorofila, una resina neutra ligeramente amarga y almidón. La taraxina, una substancia amarillenta y sales minerales, acetato y oxalato ferroso y cálcico, sulfata, cloruro y acetato de sodio, y en pequeña cantidad silicato y aluminio potásico.
El cocimiento de las raíces, hojas y tallos en una proporción de 2 a 3 gramos en 150 mililitros de agua, para luego tomarla en ayunas durante varias veces al día ejerce una excitación general de las secreciones, aumenta la cantidad de orina y de sudor. De allí que se emplee como diurético y depurativo tomando este ultimo termino en el sentido de que favorece la eliminación de numerosos productos auto tóxicos formados en el organismo en los estados anémicos, pretuberculosos, sifilíticos, etc., y por lo tanto obra como coadyuvante de los medicamentos generales empleados en tales casos. Además, por las sales de hierro que contiene, obra directamente sobre la función formadora de glóbulos rojos en el hígado y bazo, mejorando las funciones en general, y por ello, puede considerarse también como un tónico, especialmente en los estados de convalecencia de fiebres eruptivas de las enfermedades infecciosas, en que necesita una estimulación sobre todas las funciones.
La acción diurética, no se limita a aumentar la cantidad de orina, sino que aumenta también la cantidad de urea y los productos excrementicia-les celulares incompletamente oxidados, en los casos de insuficiencia hepática. Como no contiene substancias toxicas, puede emplearse por largo tiempo, dejando algún intervalo en su uso, hasta obtener resultados. Puede emplearse en los niños y en las mujeres durante el embarazo
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